Una nueva ola de contagios de coronavirus se registra en varias partes del mundo, y la variante BA.5 sería la responsable. Tras la llegada de Ómicron, que reemplazó en unos meses a sus antecesoras (Alfa, Beta, Delta), se han registrado nuevos linajes en distintos países. Sin embargo, BA.5 y BA.4 son las que registran mayor predominancia a nivel global.

Países como Estados Unidos, Israel, España y Portugal están viviendo nuevas olas de contagios, mientras los gobiernos locales reducen las medidas sanitarias. Las primeras semanas de julio, a nivel mundial, los casos aumentaron un 30%, con especial causa las suvariantes BA.4 y BA.5, según informó la OMS.

Las mutaciones de estas cepas permiten una mayor transmisión del virus, debido a su capacidad de evasión inmunológica.

¿Por qué BA.5 es tan contagiosa?

Para entender qué diferencia a BA.5, tenemos que entender cómo funcionan las variantes del Sars-Cov-2. Desde la aparición de la cepa original de coronavirus, han aparecido diversas variantes, debido a las mutaciones genéticas, que han sido representadas por letras el abecedario griego, como Alfa, Beta y Delta. Algunas de ellas, como Ómicron, pueden registrar leves variaciones, provocando subvariantes, como en el caso de BA.4 y BA.5, que son, en su base, muy similares.

Son miles los pequeños cambios que presentan los distintos coronavirus. Sin embargo, algunos son muy importantes. Los cambios en la proteína de la espícula, que se encuentra en los bordes del virus, y que les permite adherirse a las células, genera especial preocupación. Esto se debe a que los anticuerpos, generados por la infección o las vacunas, se unen a esta proteína, evitando que logre «contagiar» la célula. Cualquier mutación en esta proteína podría evitar esta acción, provocando evasión inmunológica.

Y exactamente esto es lo que presentan las variantes y subvariantes de ómicron, que les permitió abrirse camino sobre las otras. De hecho, la revista científica, Nature, indica que «BA.4 y BA.5 tienen sus propias mutaciones únicas, incluidos los cambios llamados L452R y F486V en la proteína de la espícula, que podrían modificar su capacidad para adherirse a las células huésped y eludir algunas respuestas inmunitarias».

A pesar de que muchos expertos consideran a BA.4 y BA.5 como la variante más contagiosa hasta ahora, no existen pruebas que indiquen que provocan una enfermedad con mayor gravedad.

El avance de BA.5 en el mundo

La nueva ola de contagios está relacionada a la propagación de BA.5 en varios países, en un momento donde las medidas de restricción y sanitarias están siendo reducidas tras 2 años de pandemia.

El primer registro de aumentos de casos BA.5 se presentó en Sudáfrica, sin embargo, no fue tan predominante como en otros países, y actualmente están reduciendo los infectados.

Sin embargo, otros países se han visto seriamente afectados. En portugal, la subvariante ya representa el 80% de los casos, mientras que en Estados Unidos, cerca del 78%, en un momento donde los contagios suben drásticamente, incluso, el mismo presidente Joe Biden anunció dar positivo para Covid-19.

Asimismo, las hospitalizaciones han aumentado considerablemente en España, Reino Unido, Francia e Italia. Y países latinoamericanos, como Chile y Perú, presentan nuevas alzas de casos en las últimas semanas.

¿Cómo trabaja BA.5?

A pesar de estas cifras, no se ha presenciado que BA.5 ni BA.4 provoquen enfermedades más severas. De hecho, junto al aumento de casos, no se ha presentado un aumento considerable en la mortalidad, probablemente a causa de la vacunación masiva. No obstante, el aumento de contagiados puede generar déficit hospitalario, lo que puede traer serios problemas.

Además, gracias a la capacidad de evasión inmunológica, se ha registrado que BA.5 y BA.4 tienen mayor posibilidad de contagiar a personas que ya se infectaron previamente.

Sus síntomas, no obstante, son bastante similares a Ómicron, y otras variantes anteriores: Tos, fiebre, fatiga, congestión, náuseas, diarrea, pérdida de olfato y gusto y dolores musculares, corporales y de cabeza.

Las formas de cuidado sanitario siguen siendo las mismas para esta subvariante: vacunas, aislamiento social y uso de mascarilla y alcohol gel.