Desde inicios de este año se ha viralizado que, supuestamente, datos del Gobierno alemán sugieren que los vacunados contra el Covid-19 tendrán SIDA. Esto sería una consecuencia directa de la inoculación que afectaría a los “totalmente vacunados”. Sin embargo, esa conclusión no se condice con la información proveniente de Alemania, por lo tanto, es falso.

Como fuente de la información, algunas publicaciones adjuntan un enlace a un artículo de The Exposé. Según el sitio, “los datos oficiales del gobierno alemán sugieren que los totalmente vacunados desarrollarán Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) para fines de enero 2022”. Esto después de “confirmar que el sistema inmune de los totalmente vacunados ya se ha degradado a un promedio de menos 87%”.

El artículo adjunta los enlaces de los reportes en los que se basa el análisis realizado por “un lector preocupado”. Se advierte que la página 14 contiene el informe de gestión semanal del coronavirus del 30 de diciembre del año pasado, elaborado por el Instituto Robert Koch (RKI).

Cabe señalar que, pese a que ha vuelto a compartirse, el artículo original es del 2 de enero de este año.

Es falso que los datos del Gobierno alemán sugieren que los vacunados contra el Covid-19 tendrán SIDA

Antes de realizar el análisis, el autor del artículo presenta los datos del informe: 186 personas no estaban vacunadas, mientras que 4.020 tenían esquema completo. De estos últimos, 1.137 habían recibido una dosis de refuerzo.

Pero al ingresar al documento para corroborar esa información, nos damos cuenta de algo relevante: el reporte fue corregido el 3 de enero. De acuerdo con el Instituto Robert Koch, el número de personas no vacunadas no es de 186, sino que de 1.097.

“En la página 14, se corrigió el número de no vacunados entre los casos de Omicron notificados el 3 de enero de 2022 (antes: 186; después: 1.097). El 5 de enero de 2022 se corrigió el número y proporción de delta y Omicron en la Tabla 3”.

Es decir, el total de casos de Omicron notificados ya no es de 4.206 personas, sino que asciende a 5.117.

Esta corrección invalida el análisis del autor del artículo, ya que sus cálculos fueron hechos en base a datos que no se condicen con los verdaderos resultados del informe.

Estos datos no pueden usarse para calcular la efectividad de la vacuna

Pero llama la atención que en el artículo se hace una equivalencia entre la efectividad de la vacuna y la efectividad del sistema inmune. Así, el autor concluye que, así como disminuye el efecto de la vacuna con el paso del tiempo, también se deteriora el sistema inmune.

El cálculo de esa equivalencia lo realiza utilizando la fórmula de efectividad de la vacuna Pfizer y afirma que, a fines de enero, el deterioro será del 100%.

Sin embargo, Ronja Wenchel, vocero del RKI le dijo a Reuters que “no es legítimo extrapolar el valor a la población general o estimar la efectividad de la vacuna con estos datos”. Así mismo, añadió que “el RKI no estimó la efectividad de la vacuna respecto a Omicron hasta el momento”.

Pero sí sabemos que la efectividad de la vacuna aumenta con los refuerzos. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades han señalado que es “esperable” que disminuya la efectividad en la medida que el virus va mutando. Pese a ello, “la vacunación permitió prevenir enfermedades críticas causadas por cualquiera de las dos variantes (Delta y Omicron)”.

La vacuna contra el Covid-19 no provoca SIDA

El artículo de The Exposé asegura que “a fines de enero, todas las personas mayores de 30 años que hayan recibido todas las vacunas tendrán el SIDA mediado por la vacuna”. Y añade que “gran parte del sistema inmunitario que actualmente queda con la capacidad de luchar contra Omicron habrá desaparecido”.

Recordemos que el SIDA es la tercera y más grave fase de la infección por el virus del VIH.

Sin embargo, ninguna de las vacunas tiene en sus componentes el virus del VIH ni lo informan entre los efectos supuestamente atribuibles a la vacunación o inmunización. Por ende, no es posible que la inoculación esté relacionada con el SIDA.

«El SIDA tiene una sola causa, el VIH», explicó Michael Imperiale, profesor del departamento de microbiología e inmunología de la Universidad de Michigan, a Politifact en diciembre del año pasado. El docente añadió que «las vacunas estimulan el sistema inmunológico. No lo destruyen».

David Wohl, experto en enfermedades infecciosas y profesor especializado en investigación del VIH en la Universidad de Carolina del Norte, también dio su opinión a Politifact. «Las vacunas contra el Covid-19 no provocan inmunosupresión, una disminución de la función inmunitaria que deja a la persona vulnerable a las infecciones oportunistas. De hecho, las vacunas Covid-19 estimulan la función inmunológica para proteger contra la infección por SARS-CoV-2″, afirmó.

Según los expertos del Health Desk de Meedan, «no hay pruebas de los ensayos clínicos de la vacuna contra el Covid-19 ni de datos de seguimiento controlados que vinculen las vacunas contra el Covid-19 aprobadas con un mayor riesgo de cáncer o VIH/SIDA«.

Este tema ha sido abordado por distintos verificadores del IFCN como Efe Verifica, AFP Factual y Newtral.

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Esta desinformación fue verificada a inicios de año por los medios estadounidenses Full Fact y Reuters. Tanto The Exposé como otros sitios han publicado artículos similares, los que también fueron verificados por otros chequeadores (1, 2, 3, 4, 5).

En Mala Espina ya verificamos un artículo proveniente de este sitio en abril pasado. En esa oportunidad, se afirmó que existía una relación causal entre la vacuna contra el Covid-19 y los casos de hepatitis infantil en Reino Unido. Sin embargo, es una conclusión errónea: al momento de la publicación, ninguno de los pacientes había sido inoculado.

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