Este domingo 10 de abril se celebran las elecciones presidenciales en Francia. Los principales candidatos son; Emmanuel Macron, actual presidente, Marine Le Pen, extrema derecha, Jean-Luc Mélenchon, extrema izquierda, Eric Zemmour de extrema derecha, Valerie Precesse, conservadora y Yannick Jadot, ecologista.

Sin embargo, los principales postulantes al Palacio del Eliseo son Macron y Le Pen. Según la encuesta IPSOS, a pesar de que el actual mandatario tenía un 30,5% de intención de voto a comienzos de marzo, y superaba por 16 puntos a Le Pen, actualmente la candidata de extrema derecha logró un 21,5% de apoyo, en contra de un reducido 26,5% de Macron.

Además, en una posible segunda vuelta entre Macron y Le Pen, solo tendrían 8 puntos de diferencia, con 54% y 46% respectivamente.

No obstante, hay que recordar que ambos se enfrentaron en las últimas presidenciales. Aquella vez, a pesar de una estrecha diferencia de 3 puntos en primera vuelta, en segunda el actual presidente marcó más de 30 puntos de ventaja.

¿Reelección de Macron?

Hace 20 años que Francia no reelige un candidato. Fue en 2002 cuando Jaques Chirac derrotó, justamente, al padre de Marine, Jean-Marie Le Pen.

Sin embargo, para estas elecciones en Francia, Macron se posiciona como favorito. Su intervención en la guerra de Ucrania le valió más apoyo (según Ipsos en marzo consiguió su peak), gracias a sus diplomáticos intentos de detener el conflicto.

Además, la antigua cercanía entre Le Pen y Zemmour con Vladimir Putin da puntos a un Macron europeísta. Esta relación y liderazgo en la Unión Europea le ha dado validación internacional.

Sin embargo, recordemos que al inicio de su gestión nació el movimiento de los chalecos amarrillos por el alza del precio de los combustibles y la reducción de poder adquisitivo. Esta organización, que pedía su renuncia, sigue siendo un fiel retractor a su gobierno de mira empresarial.

Asimismo, la crisis financiera, en conjunto con la alta inflación que ataca a toda Europa por la Guerra de Ucrania, ha generado malestar social con el gobierno. De hecho, la encuesta IPSOS marca al poder adquisitivo como primera preocupación nacional, incluso sobre el conflicto bélico de Rusia y Ucrania.

Sumado a esto, el caso McKinsey, sobre esta empresa americana que se ha adjudicado millonarias consultorías en este gobierno, con asesores de la firma involucrados en el ejecutivo, y que no ha pagado sus impuestos hace años, tiene a Macron en la cuerda floja días antes de la elección presidencial.

La estrategia de Le Pen

Le Pen ha aprovechado algo que su principal opositor no tiene; una campaña presidencial. La agitada agenda de Macron no le ha permitido centrarse en esto, mientras su principal adversaria recorrió el territorio nacional.

Además, la populista ha tenido una estrategia de moderación en el discurso. Se ha alejado del nacionalismo, y ahora defiende la estadía de Francia en la Unión Europea. Además, tras tener un perfil antinmigrante, ahora se ha abierto a recibir a refugiados ucranianos.

A diferencia de Zemmour, dejó de apoyar públicamente a Putin en el conflicto bélico. Sin embargo, antes fue una álgida defensora del mandatario ruso. De hecho, en campaña tuvo que destruir más de un millón de folletos porque tenían una foto de ella con el líder del Kremlin.

Sin embargo, la crisis económica de Europa por la guerra le ha traído apoyo. Sus políticas populistas y nacionalistas calzan a la perfección con las altas tasas de inflación, la inmigración desatada y la incertidumbre en el viejo continente.

Elecciones en Francia

Desde las 8:00 hasta las 19:00 horas del domingo estarán abiertas las urnas en Francia, que sería desde las 2:00 hasta las 13:00 del mismo día en Chile. Se definirán entre 6 candidatos quién será el próximo mandatario del país por los próximos 5 años.

Recordemos que Francia es la quinta economía más grande del mundo. Además, es fundador de la Unión Europea, el país más visitado en el globo y tiene alta relevancia en la discusión mundial, en especial en Europa.

Por lo mismo, es importante en la Guerra Rusia-Ucrania, donde hasta ahora ha jugado un rol conciliador y diplomático.